ESTO ES CAPITALISMO Y SOMOS CLASE TRABAJADORA





Excepcional artículo de Beatriz Gimeno que es escritora y expresidenta de la FELGT (Federación Española de Lesbianas, Gays y Transexuales).

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Esto es capitalismo y somos clase trabajadora
| 20/julio/2012
Durante años nos hicieron creer que todos éramos clase media. Es cierto que vivíamos mucho mejor que nuestros padres y no digamos que nuestros abuelos, es cierto que vivíamos instalados en cierta prosperidad (aunque jamás alcanzo a todos), pero el aumento del consumo funcionó como un cebo que hizo creer a prácticamente todo el mundo que tenían control sobre sus vidas, característica de la clase media. Casi parecía no existir la clase trabajadora. Convencer a la gente que pertenece a la deseada clase media tiene el objetivo de enmascarar sus verdaderos intereses para que así puedan apoyar políticas que, en realidad, les perjudican; al perder la conciencia del lugar social al que se pertenece se reduce o se hace desaparecer el antagonismo de clase y así, los trabajadores más acomodados, en lugar de sentirse explotados por los poderosos se sienten amenazados por los que aun son más pobres que ellos. Se trata de enmascarar en lo posible las diferencias sociales, la desigualdad, sus causas y consecuencias. Si uno no sabe dónde está mal puede entender nada.
Todo ese espejismo se ha sostenido en las últimas décadas sobre la ficción del precio de la vivienda, que hacía pensar a las familias que tener una casa, aunque fuera hipotecada, era tener un bien que subía de precio al día siguiente de comprarlo y que no dejaría de subir indefinidamente. El estallido de la burbuja estalló también esa ilusión, entre otras cosas porque la inmensa mayoría de las personas no estaban comprando un piso sino adquiriendo una deuda impagable, aunque ellos no lo supieran. La supuesta propiedad de la vivienda y sus precios inflados enmascaraban en todo caso la realidad, incluso en el momento más alto del boom las estadísticas eran persistentes: además del paro, el 60% de los salarios nunca superaron los mil euros o menos. El alto precio de la vivienda sólo beneficiaba, en realidad, a quienes, por tener otros bienes u otras viviendas, podían utilizar ésta como valor de cambio, para especular, pero no a quienes tenían que utilizarla para vivir y, peor aun, para quienes contraían deudas estratosféricas en relación con su salario real. El fin de la burbuja ha puesto de manifiesto la realidad y todos sabemos lo que ha ocurrido.

Ya sabemos que no somos clase media. Nunca lo fuimos. Pertenecen a la clase media aquellas personas que pueden mantenerse con sus propias rentas, aunque sean pequeñas; aquellas que no dependen absolutamente de un único salario para poder vivir, aquellas que en caso de quedarse sin trabajo pueden razonablemente esperar encontrar otro sin que su nivel de vida se vea alterado. Es decir, sí, pertenecen a la clase medias aquellas personas que tienen control sobre sus vidas. Todas aquellas otras personas, la inmensa mayoría, cuya única fuente de ingresos es el salario, sea este bajo, muy bajo o normal, están vendidas. Esta crisis ha demostrado lo fácil que es que cualquiera que dependa de un salario (y no digamos ya si además tiene una deuda con el banco) se deslicen, por quedarse sin aquel o por ver recortado su sueldo, no ya hacia la clase trabajadora, de la que nunca han salido, sino directamente a la pobreza. Aunque la familia sigue siendo el gran colchón social, si una persona depende sólo de un salario que da únicamente para vivir, su vida no le pertenece enteramente ya que ésta puede ser convertida como acabamos de ver, en una condena. Pueden bajar los salarios hasta el límite de la subsistencia o más abajo, pueden acabar con cualquier protección social, pueden despedirnos y dejarnos en la miseria, pueden precarizarnos, pueden convertir la vejez o la enfermedad en un infierno, pueden aterrarnos, someternos, explotarnos, pueden hacer que trabajemos gratis o a cambio de comida… Pueden hacer esto y hacerlo, además, de un día para otro. En eso consiste la lucha de clases, en eso ha consistido siempre y en eso estamos. En que quienes no tenemos más que nuestro trabajo para vivir podamos tener control sobre nuestras vidas, que no puedan apropiarse otros de ellas, que no seamos cuerpos biológicos cuyo único valor es el productivo. En resumen: esto se llama capitalismo, somos la clase trabajadora convertida en masa laboral y la solución es simple y compleja y se conoce hace mucho: hay que combatir el capitalismo porque es injusto, es inhumano y porque va a acabar con todo.

Comentarios

  1. Te felicito por haber dado con éste excelente artículo, tan claro y tan conciso sobre lo que ha pasado aquí en España, que en realidad puede pasar en muchos otros lugares del mundo en donde el poder tenga interés en inflar una situación, etc.
    He venido hablando con otras personas y pensando mucho sobre el punto en que se centra la reflexión del artículo.En mi caso, por ser de clase trabajadora y venir de Sudamérica y ya tener bastante inoculado el antídoto a las trampas capitalistas, no he dejado de sorprenderme por ciertas conductas aquí en España con respecto al consumo, el dinero, la deuda y la conciencia política. Un tema amplio,sin duda pero que hemos desgranado tu y yo en conversaciones privadas así como en éste "hiperdiálogo" de "blogs a blogs" que tenemos. Excelente entrada, casi de telepatía conmigo te diré, aunque no tiene nada de sobrenatural que transitemos por caminos neuronales parecidos.
    Salud para nosotros y muerte (la que merezca) al opresor, qué menos!

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  2. La cuestión es que desde la derecha y la socialdemocracia nos pretenden convencer de que la lucha de clases no existe porque no existen las clases sociales. El problema es que muchos trabajadores caen en esa tranpa. Se piensa que porque tienen un coche y un piso, de deben al banco pertenecen a esa entelequia que la derecha y la socialdemocracia llama clase media, su espiritu pequeño burgués les puede.
    Pero la derecha, el P.P., si es consciente de la esistencia de las clases sociales. Ellos son los primeros que estan reproduciendo la lucha de clases, porque de eso se trata en esta crisis ecoomica. De recomponer el estatus social español, de transferir capital desde las clases trabajadoras hacia los adinerados. Los recortes socials tienen una profunda carga de lucha de clases o más bien de ajuste de cuentas con la clase social de los trabajadores.
    O abrimos los ojos a esa masa amorfa de trabajadores o la derecha ganará su particular lucha de clases.
    Salud, República y Socialismo.

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  3. El vivir dignamente de un salario empezó a ser posible y hubo que estropearlo: no es pobre quien menos tiene, sino quien más necesita. Y a todos nosotros nos convencieron de que necesitábamos mucho para ser realmente felices, que no podríamos serlo jamás sin todo aquello que ponían a nuestro alcance, la mayoría picamos y los que no, fueron arrastrados por el resto de forma involuntaria.

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  4. Efectivamente, clase media no somos, o también podríamos decir que en el país de los ciegos, el tuerto es el rey, es decir, que oye, dentro de la mierda yo soy el que menos estoy en ella.

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  5. Es un brillante artículo que en breves párrafos resume el sino de nuestros tiempos. La desideologización de la sociedad comenzó por nuestro propio desclasamiento y eso le interesaba al poder, hacernos creer que quienes vivimos de un salario no somos trabajadores. Esa idea ha cuajado no sólo entre los trabajadores, sobre todo entre los funcionarios que no se consideran trabajadores, se consideran otra cosa. El día que los funcionarios (mejor o peor pagados) se vean a sí mismos como clase trabajadora las cosas comenzarán a cambiar.

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  6. Si esta opinión la hubiera hecho a principios o mediados del 2000, ha esta mujer la queman en la hoguera, para muestra (entre otras) un botón, la criminalización, desprecio y burla brutal que se hizo a Julio Anguita desde todos los frentes, incluido el PsoE, cuando fue Coordinador de IU.
    Buena entrada METAL, con tu permiso me la subo al blog.

    Salud y República

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  7. Resumen: "En resumen: esto se llama capitalismo, somos la clase trabajadora convertida en masa laboral y la solución es simple y compleja y se conoce hace mucho: hay que combatir el capitalismo porque es injusto, es inhumano y porque va a acabar con todo."

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  8. Lo peor es lo inhumanos que se muestran, saludos

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  9. ¿Qué tendrá el PP para que le voten los ciudadanos que perjudican con sus políticas antisociales?

    ¿Miedo?, ¿ignorancia?, ¿sectarísmo?, ¿fanatismo?.

    Es muy frustrante.

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